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Tratados de libre comercio UE con Mercosur y EEUU: ¿la estocada final a la soberanía alimentaria española y europea?

PorAgriculturaa

A pesar de sus promesas de escuchar a los agricultores y tomar medidas para combatir la crisis de los precios y la renovación generacional en el sector agrícola, los responsables políticos de la UE y los gobiernos nacionales están tratando de imponer el acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur. Este acuerdo de libre comercio tendrá consecuencias desastrosas para los agricultores, ya que hará bajar los precios mediante una competencia desleal y ejercerá una presión adicional sobre los campesinos hasta que abandonen su profesión. Tendrá repercusiones locales considerables que la UE no ha evaluado, prefiriendo utilizar a los agricultores como moneda de cambio en beneficio de otras industrias.

Texto basado en informes elaborados por Eurovía,
Coordinadora Europea de Vía Campesina

En un momento en que Europa se enfrenta a repetidos desastres climáticos, como sequías generalizadas e incendios forestales, y sus agricultores luchan por recuperarse de sucesivas crisis sanitarias, la UE está dispuesta a desmantelar sus propias regulaciones ambientales y sanitarias para permitir la entrada de alimentos de menor calidad, alimentos que además ya producimos en cantidad suficiente. 

Sin embargo, la alimentación es un derecho humano, y no debería ser mera mercancía. El trabajo de los agricultores es vital no solo para alimentar a la población, sino también para mejorar la biodiversidad, revitalizar las zonas rurales, proteger el medio ambiente, asegurar la soberanía alimentaria, relocalizar la economía. Los agricultores en general se oponen a este Tratado de libre comercio UE-MERCOSUR por su impacto  sobre los agricultorxs y nuestros sistemas alimentarios.

 

Agricultores españoles productores no pueden vender sus cosechas por la avalancha de producto extranjero

«La UE está dispuesta a desmantelar sus propias regulaciones medioambientales y sanitarias para permitir la entrada de alimentos que ya producimos en suficiente cantidad. Los Estados miembros y los eurodiputados tienen la responsabilidad de defender a los agricultores y trabajadores agrícolas y la soberanía alimentaria europea. Rechazar este acuerdo es imprescindible para apoyar a los agricultores que alimentan a Europa.»​

Otra amenaza: el acuerdo UE-EEUU

A este tratado de libre comercio se añade la amenaza del acuerdo comercial entre la UE y EEUU anunciado por ambas partes, que de implementarse inundaría el mercado europeo de productos agrícolas estadounidenses que no cumplen con las normas ambientales, sanitarias y de calidad vigentes de la UE y que entrarían al mercado europeo libres de aranceles. 

 

«El sector agroalimentario europeo soportaría los enormes costes económicos y sociales del acuerdo, ya que la carga de la deuda estadounidense se trasladaría a los agricultores de la UE.»

Estados Unidos y la UE tienen la intención de brindar acceso preferencial al mercado para una amplia gama de productos agrícolas y del mar estadounidenses, incluidos frutos secos, productos lácteos, frutas y verduras «frescas» y procesadas, alimentos procesados, semillas para plantar, aceite de soja y carne de cerdo y de bisonte.  

También “se comprometen a trabajar juntos para reducir o eliminar las barreras arancelarias y abordar las barreras no arancelarias que afectan al comercio de alimentos y productos agrícolas, incluida la simplificación de los requisitos para los certificados sanitarios para la carne de cerdo y los productos lácteos”.

A pesar de que la Comisión Europea afirma que «no se trata de negociar las normas o estándares sanitarios y fitosanitarios de la UE», simplemente no hay manera de abordar estas barreras sin reducir nuestros estándares de calidad. 

Esto significa que los consumidores podrían acabar consumiendo alimentos que contienen sustancias prohibidas en Europa por razones obvias de salud. 

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