Estrategias de rehidratación
de suelos y restauración
del ciclo del agua

Red de balsas para recogida de agua de lluvia en la finca Mundos Nuevos (Badajoz)
Muchos fenómenos climáticos extremos comparten causas, como la ruptura de los ciclos de agua locales, la erosión y desecación del suelo o la disminución de la biodiversidad. En esta página abordamos algunas estrategias para rehidratar suelos, restaurar el ciclo del agua, regenerar la biodiversidad, todo lo cual contribuye a restauración de los ecosistemas y la regulación del clima local.
Hay distintas técnicas y abordajes eficaces para incrementar la retención hídrica en el terreno, favoreciendo los procesos que dependen del agua:
Estrategia 1: devolver el carbono al suelo mediante suelos cubiertos
Una de las causas más importantes de erosión del suelo es el suelo desnudo. En realidad, el concepto de «limpieza» aplicado a la tierra es algo relativamente reciente. Antes de la existencia de herbicidas y maquinaria pesada, las hierbas eran utilizadas como alimento o plantas medicinales, o eran consumida por los animales, incluidos los importantísimos polinizadores, o se controlaban mediante distintas técnicas de cobertura.
El suelo a la intemperie está expuesto a la erosión por agua o viento. Al quedar desnudo va perdiendo su contenido en carbono, y con él su estructura, microbiología y porosidad. Ello repercute en su capacidad para retener agua y sostener la vegetación, auténtico motor del ciclo del agua, en un circulo vicioso sin fín.
El suelo desnudo es vulnerable a la erosión, aumenta su temperatura y deja de contribuir al ciclo del agua. En cambio, el suelo cubierto con materia orgánica aumenta su contenido en carbono, lo que mejora su capacidad para retener de agua de lluvia y sostener la vida.
Hay varias formas de devolver el carbono al suelo:
- Ganadería regenerativa. No sólo la que se cría en los pastos, también la ganadería que gestiona la cobertura vegetal natural en dehesas y campos de frutales e incluso viñedos mediante distintos tipos de animales. Los animales consumen la hierba en momentos concretos y de paso abonan e hidratan el terreno.
- Suelos cubiertos, mediante acolchado, abonos verdes o asociaciones de cultivos.
- Reintroducción de árboles apropiados y setos entre parcelas, en las lindes y accesos.
- Técnicas de retención hídrica en los paisajes, consistentes en modificar ligeramente la orografía del terreno para favorecer la recogida e infiltración del agua.
Derecha: Muestras de suelo tomadas en dos fincas contiguas. La muestra de la izquierda ha sido tomada en una finca tras 12 años de pastoreo regenerativo. Foto: Gateway Research Organization

Acolchados y abonos verdes
ABONOS VERDES
Es un cultivo cuya finalidad es beneficiar el suelo. Los efectos buscados pueden ser variados, en función de la necesidad del suelo. Por ejemplo:
- generar biomasa para dejarla comportar en superficie.
- Fertilizar el suelo. Esto se hace a menudo con leguminosas que incorporan nitrógeno al suelo.
- Proteger el suelo en otoño-invierno y prepararlo para el cultivo de primavera.
- Descompactarlo y mejorar su estructura…
ACOLCHADOS
Una forma de devolver el carbono al suelo es cubriendolo con materia vegetal. Puede ser con restos de cosecha, hojarasca, abono verde segado, compost, madera triturada etc. El material utilizado protege el suelo de la erosión mientras se descompone lentamente, ayudando a conservar la humedad, nutriendo el suelo y favoreciendo la acción de microorganismos y lombrices.
MADERA TRITURADA
La madera triturada ofrece grandes ventajas como acolchado: la madera favorece el desarrollo de hongos micorrizas. Estos se adhieren a las raíces de las plantas, en una asociación simbiótica favorable para ambos. Las micorrizas aportan minerales a las raíces y éstas aportan azucares a las micorrizas.
Esta red de raíces y filamentos de hongos estructura y sujeta el suelo, esponjándolo, nutriendolo y generando abundantes elementos nutritivos para los cultivos.
MADERA RAMEAL FRAGMENTADA
Este otro vídeo sobre la madera rameal fragmentada aporta detalles importantes acerca del tipo de rama adecuada para utilizar para este menester, así como las especies de árboles y plantas más adecuados y el momento del año idóneo para obtenerlos. Tener en cuenta todos estos factores permite aprovechar el máximo potencial de hormonas y factores de crecimiento de las ramas, que beneficiarán a las plantas de los cultivos.

RESTOS DE COSECHA Y OTROS MATERIALES
Es habitual emplear otros materiales como cobertura, como puede ser:
- la paja de los cultivos de cereales
- hierbas (¿malas hierbas?) segadas de la finca, si no hay animales que puedan dar cuenta de ellas.
- hay quien utiliza la hojarasca del otoño para cubrir los bancales del huerto, encima del compost. Las hojas son muy ricas en minerales y aportan microorganismos y minerales a los cultivos.
- triturado de bosque
Estrategia n. 2: integrar árboles y arbustos en las fincas
Antes de la transformación de las granjas en explotaciones, y de subvencionar cada metro cuadrado de parcela cultivada, los campos estaban cuajados de árboles y arbustos que además de delimitar las parcelas y cultivos cumplían otras muchas funciones ecosistémics. Así, las granjas eran ecosistemas productivos que combinaban agricultura y ganadería, con presencia de árboles, arbustos y setos.
Los árboles no sólo previenen la erosión y aumentan la fertilidad del suelo, sino que tienen un impacto positivo sobre el clima local, debido a factores como una mayor biodiversidad y un ciclo del agua más activo, además de proporcionar sombra.

Los árboles y arbustos:
- Activan el ciclo del agua, a través de la evapotranspiración y de la emisión de bioaerosoles naturales que intervienen en la formación de nubes. Las bacterias de la hojas de los árboles (pseudomonas syringae) contribuyen a aglutinar las gotas y precipitar la lluvia.
- Favorecen la absorción de carbono, tanto en su propia estructura como en el suelo.
- Sus profundas raíces estructuran el suelo, previniendo la erosión, y contribuyen a «digerir» la roca madre, aportando minerales al suelo.
- Generan materia orgánica de alto valor. La hojarasca en otoño (los caducifolios) cubre y protege el suelo, favorece la vida microbiana, la retención de agua y la incorporación de carbono en el suelo.
- Favorecen la biodiversidad tanto bajo tierra (micorrizas, microorganismos) como sobre ella (pájaros, polinizadores, pequeños mamíferos, etc.).
- Reciclan el metano producido por los rumiantes, tanto silvestres como ganado.
- Producen frutos, materiales y biomasa.
Hay numerosas fórmulas para integrar la biodiversidad en las granjas. Algunos ejemplos son:
- Agroforestería sintrópica y bosques comestibles
- Integración de ganado en zonas apropiadas, como olivares, almendrehesas, campos de frutales o viñedos para gestionar la cubierta herbácea en momentos clave, hidratando y nutriendo el terreno.
- Granjas polifacéticas
- Agroecosistemas en mosaico, combinando zonas boscosas con pastos y cultivos, un modelo especialmente interesante en zonas de clima semiárido con alto riesgo de incendio.
Estrategia n. 3: modificar la orografía del terreno para aumentar la retención hídrica
Nuestros antepasados han sido maestros en el arte de recoger, almacenar, gestionar y distribuir el agua de lluvia, con técnicas muy diferentes según sus entornos, climas, ecosistemas y recursos. Las zanjas, balsas y charcas de alguna forma reproducen lo que sucede en la naturaleza naturalmente cuando una irregularidad en el terreno detiene el curso del agua de lluvia en algún punto. El agua que se detiene tiene la posibilidad de infiltrarse, hidratar el terreno y a la larga contribuir a recargar las aguas subterráneas. El premio a las obras de ingeniería de presas, sin lugar, se lo llevan los castores.
Así, podemos decir que las técnicas para modificar ligeramente la orografía del terreno con este fin han existido desde siempre. Dos ejemplos son los viñedos de las tierras volcánicas de Lanzarote, o la técnica de las medias lunas utilizada en el Sahel. Son estructuras sencillas, diseñadas en función de la pendiente, que permiten aprovechar cada gota de agua que cae.
Estos sistemas de retención hídrica son especialmente vitales en zonas áridas, con mucha pendiente, terrenos deshidratados y vulnerables a la erosión cuando llueve, pero también interesantes en zonas con mucha lluvia y riesgo de inundaciones.

Técnicas de retención hídrica
Hay distintas formas de mejorar la infiltración de agua en el terreno modificando ligeramente su relieve, y algunas son realmente muy sencillas factibles. En el ejemplo a la izquierda podemos observar la extraordinaria eficacia de la técnica de las medias lunas utilizada en Africa para rehidratar el paisaje y revertir la desertificación.
En Agricultura Regenerativa las técnicas de retención hídrica se adaptan al paisaje, :
- zanjas de infiltración siguiendo las curvas de nivel, combinadas con
- Cuerpos de agua y balsas para mejorar la infiltración y recargar acuíferos.
- Línea clave, (keyline design), un sistema de subsolado que con una mínima intervención permite redistribuir el agua de lluvia de un modo más uniforme por todo el terreno, evitando que fluya directamente hacia los valles y cauces de los ríos.
- Pequeñas intervenciones en los cursos de agua para reducir la velocidad del agua de modo que discurra de una forma más uniforme a través del paisaje. Eso permite mejorar la infiltración del agua de lluvia, prevenir la erosión y favorecer la hidratación del terreno más allá del cauce, favoreciendo la vida vegetal.