La Agricultura Regenerativa aumenta la incorporación de carbono en el suelo
Un aspecto de la agricultura y ganadería regenerativas que suscita mucho interés es su capacidad para incrementar el carbono del suelo. Es un aspecto clave, y sin embargo, la agricultura regenerativa no ve el carbono del suelo como un objetivo aislado, ni el suelo un depósito inerte. Por el contrario, se centra en regenerar la vitalidad y las funciones ecosistémicas naturales del suelo, y eso se traduce -entre otras muchas cosas- en un aumento de los niveles de carbono.

Una de las consecuencias de la industrialización de la agricultura y la ganadería, marcada por un enfoque claramente reduccionista, ha sido una progresiva degradación del suelo. Esto ha generado y acentuado procesos de erosión y desertificación en muchos territorios, especialmente en zonas semiáridas, como es el caso de gran parte de España. Como consecuencia, los niveles de carbono del suelo han ido disminuyendo, afectando a su función ecosistémica como piedra angular de la vida, la base de la fertilidad, la biodiversidad, el ciclo del agua y la regulación del clima.
El enfoque regenerativo, en cambio, considera la salud del suelo como el eje y base sobre el que se asienta todo lo demás. Según este paradigma, la incorporación de carbono al suelo no es tanto un objetivo como la consecuencia natural de trabajar a favor de la naturaleza, y el impacto positivo no se limita al clima, sino que tiene que ver con el ciclo del agua, la fertilidad, la biodiversidad, la soberanía alimentaria.
Agroganadería y carbono
Una investigación realizada por la británica Soil Association muestró que las explotaciones agrícolas con una mezcla de cultivos herbáceos y ganado almacenan aproximadamente un tercio más de carbono en el suelo que aquellas con solo cultivos herbáceos, gracias al estiércol animal.
Las fincas con una mezcla de cultivos herbáceos y ganaderos albergaban alrededor de 28 especies de plantas de pastizales en cada campo, en comparación con las 25 de las explotaciones agrícolas y las 22 de las explotaciones lecheras.

Los increíbles resultados del Proyecto Polyfarming
El estudio mencionado, realizado en fincas ecológicas -no regenerativas- muestra los beneficios de combinar agricultura y ganadería. Aunque señala el inconveniente del metano emitido por los herviboros, la realidad es que ya se ha demostrado que el metano de origen animal se recicla de modo natural.
El estudio que presentamos a continuación, realizado en la finca regenerativa Planeses (Girona, Catalunya) en colaboración con el instituto de investigación catalán CREAF, muestra resultados mucho más esperanzadores. El estudio fué coordinado por Marc Gracia, propietario de la finca y a la vez investigador en CREAF, lo que permitió un maridaje perfecto entre ciencia y experiencia.
Algunos datos impactantes del estudio:
- Según los resultados obtenidos durante tres años en la finca piloto Planeses, el suelo vivo y fértil de un huerto regenerativo almacena alrededor de 30 veces más carbono atmosférico al año que uno convencional.
- Este modelo agrícola ya emite un 40% menos de CO2 que el convencional al no usar pesticidas ni fertilizantes químicos y reducir la maquinaria.


- Los pastizales gestionados mediante pastoreo dirigido incorporan alrededor de tres veces más carbono al año que el pasto sin gestionar. Este aumento se produce durante los primeros 6 años después del cambio de modelo convencional al regenerativo y con buenas prácticas se mantiene en el tiempo.
En Planeses, los últimos tres años, la materia orgánica del suelo se ha duplicado. Este aumento también ha mejorado la capacidad de retener agua del suelo en un 15-20% respecto al sistema convencional.
El equipo investigador de CREAF/Planeses ha recogido la experiencia en un manual a disposición de cualquiera que desee implementar estos cambios en sus fincas.