Finca La Biodiversa: un olivar regenerativo y un oasis de biodiversidad
Cuando Juan Gabriel y Antonio Jesús Puentes Campos comenzaron a gestionar el olivar familiar en 2005, lo hicieron con una sólida formación técnica pero con una mirada distinta. Mucho antes de que el término “agricultura regenerativa” se hiciera conocido, el proyecto ya avanzaba en esa dirección con paso firme y criterio propio, tras encontrar en el enfoque regenerativo la respuesta directa a los problemas que generaba el manejo convencional. Fruto de esa profunda transformación es un aceite de excepcional calidad, premiado internacionalmente, y también la satisfacción de ver el olivar convertido en un oasis de biodiversidad para polinizadores, aves y otras especies, que han hecho del olivar su hogar.
Juan Gabriel, licenciado en Ciencias Ambientales y Doctor Internacional en aceites de oliva, y Antonio Jesús, ingeniero agrónomo especializado en aceites vegetales e industrias agroalimentarias, siendo también ambos catadores expertos en aceite de oliva por la Universidad de Jaén, sabían que no querían replicar las prácticas convencionales que predominaban a su alrededor.
Apostaron por un manejo basado en el conocimiento técnico riguroso, combinado con sentido común, coherencia y lógica agronómica.
Esa decisión valiente no estuvo exenta de anécdotas. En los primeros años, dejar crecer la hierba en un olivar era casi un acto de provocación. Algunos familiares llegaron a hablar con su madre preocupados, convencidos de que estaban echando a perder la finca. Vecinos del pueblo se acercaban a decirles que “el olivar se veía muy feo”, y no faltó quien se ofreciera a comprarles la finca creyendo que estaba abandonada.
Lo que pocos entendían era que esa cubierta vegetal, lejos de ser un signo de dejadez, era una elección consciente. Hoy, con más de 20 años de evolución continua, esa cubierta viva es uno de los mayores orgullos y tesoros del proyecto.
Durante estas dos décadas, el manejo de cubiertas vegetales permanentes, el uso de compost elaborado en finca, el picado de poda y la incorporación reciente de manejo animal con caballos y burros han sido las claves de una regeneración profunda y visible, empezando por la base: el suelo.
La finca destaca por mantener una cubierta vegetal viva y continua, gestionada regenerativamente, durante más de 20 años, algo excepcional en el contexto del olivar tradicional.
Un agroecosistema sano que no necesita químicos
El impacto ecológico es evidente: el suelo ha ganado una estructura viva y fértil, capaz incluso de contener enfermedades como el verticillium sin necesidad de tratamientos químicos. La biodiversidad tanto animal como vegetal no deja de aumentar, convirtiendo el olivar en un verdadero refugio para la vida silvestre. Muchas especies llegan a La Biodiversa para establecerse, haciendo del olivar un oasis dentro del paisaje agrario intensivo.
La Biodiversa no ha utilizado herbicidas ni pesticidas en más de 20 años. El equilibrio ecológico alcanzado permite que sea la propia biodiversidad quien colabore activamente en el control de plagas y enfermedades. De ahí el nombre del proyecto, que resume tanto una filosofía de trabajo como una forma de entender el campo.
Un proyecto con una vertiente educativa
Suelta de ave tras su anillamiento para estudiar la evolución de la biodiversidad en la finca.
Además del manejo agrícola, el proyecto incluye una dimensión educativa y divulgativa en constante crecimiento. Desde catas al aire libre o visitas guiadas, hasta experiencias como las jornadas de anillamiento de aves, las actividades permiten a las personas ver y tocar la biodiversidad que sostiene este modelo. Estas iniciativas muestran que es posible producir alimentos de calidad sin recurrir a químicos, solo mediante el respeto por los procesos naturales.
Como parte de su compromiso con la divulgación y la conexión entre agricultura y vida silvestre, La Biodiversa celebrará el próximo 22 de noviembre una nueva jornada de anillamiento de aves, abierta al público. La actividad contará con sesiones tanto matinales como vespertino-nocturnas, e incluirá también charlas sobre biodiversidad en sistemas agrícolas, con especial atención al papel del olivar como hábitat para numerosas especies.
Como siempre en este tipo de iniciativas, la naturaleza marca el ritmo: puede que llueva, que no se capturen aves o que nos sorprenda con momentos irrepetibles llenos de animales que ver, como ocurrió en la pasada edición.
La Biodiversa es, en definitiva, mucho más que una finca o una marca: es una forma de cultivar, observar y convivir con el entorno, desde el respeto, la regeneración y la coherencia ecológica. “La Biodiversa, creando un equilibrio natural sostenible.”
