Gripe Aviar: cuando las medidas preventivas van en la dirección equivocada
Por José Luis Garcia De Castro, veterinario y ganadero. Granja Poultree
Esta semana han vuelto los titulares alarmistas y los bulos sobre la nueva normativa del Ministerio relacionada con la gripe aviar. Queremos aclarar que esta circunstancia afecta solo a determinadas zonas del territorio y principalmente a granjas industriales con animales altamente hacinados. Las medidas que se están tomando, sin embargo, tienen carácter nacional, y pretenden restringir el manejo al aire libre, medidas que van en la dirección equivocada.
Imagen: Secretaria de Agricultura e Abastecimento do Estado de São Paulo
Los datos reales en España muestran que los brotes de gripe aviar se dan en granjas industriales, en naves con ventilación forzada y una densidad enorme de aves.
Esto sucede incluso en las llamadas “granjas camperas” que en realidad son naves cerradas con decenas de miles de animales y sin un metro de verde alrededor.
Desde nuestro punto de vista, esta normativa va en la misma línea que la voluntad política que vimos el año pasado con la obligación de registrar todas las gallinas ponedoras que tenemos los vecinos del entorno rural: una visión miope, que pretende mantener a los animales en burbujas y aislados del entorno natural. Esto no sólo no previene ningún problema, sino que afecta a nuestra capacidad de autoabastecernos y aumenta nuestra dependencia de terceros.
Gallinas más felices, sanas y seguras
El pastoreo dirigido es una pieza fundamental del sistema regenerativo:
Es clave para la salud de nuestros suelos, que se regeneran gracias a la interacción entre aves, plantas y microorganismos.
Es esencial para la salud y el bienestar animal, porque las aves necesitan espacio, aire y estímulos naturales.
Y es básico para vosotros como consumidores, porque de ese equilibrio nacen productos más sanos, sabrosos, auténticos, procedentes de animales que viven en paz y tranquilidad toda su vida, comportándose como un pollo se ha de comportar:
escarbando en el exterior, cazando, pastando y con exposición al suelo y a la luz natural
La urgencia de replantear el sistema
Por eso creemos que ha llegado el momento de replantear el sistema. Las medidas que proponen las autoridades implican más control, más tiempo, más dificultades e inversiones, como las nuevas mallas antiaves, y más inconvenientes para mantener el modelo regenerativo y para los productores en general. No sólo no resuelven el problema sino que lo agravan: una producción tan concentrada y dependiente hace que cuando una de esas grandes instalaciones se ve afectada, todo el sistema se resienta.
En cambio, atomizar la producción, descentralizarla y dar más espacio a proyectos medianos y pequeños como las fincas regenerativas, haría al conjunto más resiliente, más sostenible y más seguro.
En Poultree seguiremos defendiendo lo que creemos y sabemos que funciona: un modelo que cuida la tierra, las aves y a las personas, aunque el viento sople en contra.
