Paul Gautschi observaba su huerto con desaliento: a pesar de dedicarle cada vez más horas de trabajo, más agua, más productos, más cuidados … la tierra no respondía, la producción iba en descenso y el declive era patente. Observaba el bosque cercano a su casa y se preguntaba ¿por qué los bosques sostienen tanta vida sin que nadie se ocupe de ellos, mientras al ser humano le cuesta tanto esfuerzo cosechar unas pocas verduras?
Imagen: www.backtoedenfilm.com
Esta reflexión fue el inicio de un proceso de transformación radical en su forma de trabajar, basada en la observación, la experimentación … y en más preguntas. No se trataba de cambiar prácticas o metodologías; era algo más profundo: lo que se transformó fue su relación con la tierra, que Paul enmarcaba dentro de una visión profundamente espiritual de la vida y la naturaleza.
Paul veía la rueda interminable de intervenciones en que se ha sumido la agricultura -desbroce, arado, aplicación de fertilizantes y fitosanitarios, riego intensivo etc. …- y sentía que la naturaleza no funciona así.
Él quería entender cómo se las arregla la naturaleza para crear abundancia y autosuficiencia de una forma espontánea y autorregenerativa sin la intervención del ser humano. Y vió que la piedra angular que sostiene la abundancia, la biodiversidad y la gestión del agua es el suelo.
Imagen: Roberto Sorin
Paul iba observando, experimentando y aprendiendo sobre la marcha, tratando de comprender para imitar los patrones de la naturaleza, y los resultados sobrepasaron cualquier expectativa:
Si quieres saber más sobre la extraordinaria aportación de Paul, te invitamos a ver el documental en YouTube. Puedes activar los subtítulos en español en la rueda de configuración.