
¿Cómo es crecer escuchando a todas horas que el mundo está al borde del abismo y que el ser humano es esencialmente dañino? ¿Cómo es crecer sin esperanza en que cada persona puede marcar la diferencia y hacer algo positivo por mejorar el mundo?
Podríamos haber titulado esta entrada «el derecho a la esperanza», porque sí, niños/as y jóvenes necesitan saber que la creatividad humana unida a la de la naturaleza puede lograr resultados extraordinarios, que el ser humano puede relacionarse positivamente con ella desde el respeto y la admiración.
Presentamos una lista de documentales que hemos ido publicando en los últimos meses (¡habrá más!) que recogen experiencias regenerativas concretas y extraordinarias llevadas a cabo por gente común, personas y colectivos que observaron y experimentaron, que en lugar de enmendar la plana a la naturaleza decidieron sintonizar con ella y trabajar a su favor, que fueron más allá del razonamiento lineal para conectar con la inteligencia de la naturaleza, que nunca es lineal.
Algunos proyectos se centran en una finca, otros abarcan biorregiones enteras. Unos descubren los misterios (¡y superpoderes!) del suelo, otros desentrañan los del agua, aprendiendo a sanar los ríos, los flujos del agua, el clima local. Son historias reales que inspiran, instruyen y dan esperanza.
Seguiremos desarrollando esta serie que creemos especialmente interesantes para niños y jóvenes, para ver en familia y como material docente para estudiar y desentrañar en clase. Cada uno puede verse más de una vez, pues es mucho más que información, es sabiduría basada en la experiencia.